Hector Rodriguez nos introduce a un recorrido histórico personal con la trayectoria de su cargo, nos permite ver un poco más claro el mecanismo de salud pública y lograr interpretarlo desde el ámbito de la medicina.
Aunque nunca lo quiso, por mucho que nunca lo buscó, la vida de Hector Rodriguez siempre
transcurrió por la política. Su abuelo era médico, concejal socialista en Entre Ríos y
estuvo al
frente del primer centro de salud del pueblo.
Su padre, abogado, se desempeñó como asesor del nuevo presidente, Raúl Alfonsin, quien
reabrió
la democracia en 1983. Pero él no, estaba para otra cosa. Prefiere guardapolvos y
estetoscopios
a corbatas y chaquetas. Se sintió atraído por los libros y su trabajo en los hospitales
italianos, donde pasó más de 20 años.
Se puede ver que el árbol genealógico está
muy
arraigado, y como no tiene mucha trayectoria en la administración pública, llegó a ser jefe
de
la secretaría de salud a nivel nacional. Allí, el médico de familia, MD (UBA), becario del
Conicet y profesor visitante de Harvard, vivió los dos años más estresantes de su vida.
Apoyó la
Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo e impulsó la expansión de otros derechos, como
la
cobertura total de la terapia hormonal. Aunque, claro, también sabía mal. Su ministerio
quedó
relegado a secretaría, y sus críticos lo acusaron de recortar drásticamente el presupuesto,
lo
que provocó la falta de vacunas en el calendario obligatorio. En esta profunda conversación,
Rodriguez muestra su luz y su sombra: hace un balance de su paso por el Ministerio de Salud,
explica por qué renunció en 2019 y responde si le gustaría quedarse ante la Pandemia de hoy.
Reportero. Me dedico a la ciencia y la tecnología, pero leo libros en papel con bolígrafo en mano. Cultivo la nostalgia de tiempos que ni siquiera viví. Gruñón por inercia. He crecido desde que nací.
11/06/24 14:52
Interesante nota. Pudimos ver un poco del costado politico q tan poco se visualizo. se nota es muy buen profesional y hubiese estado bueno que siga con la politica....